Qué es la Niña del Atlántico y su impacto en el clima mundial

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La naturaleza siempre tiene la ultima palabra y es increíble como en tan poco tiempo, podemos pasar de dar un pronostico que parecía certero y preciso, a un cambio drástico que deje a los mismos profesionales de la meteorología y a los científicos sin entender lo que esta sucediendo. Cabe mencionar que tras 14 meses de un récord absoluto histórico de calor a nivel mundial, ahora nos encontramos ante mucha incertidumbre, ya que ahora el Atlántico se está enfriando de manera acelerada. Este patrón de "Niña del Atlántico" se produce justo antes de una transición prevista a un fenómeno más frío de La Niña en el océano Pacífico, y estos fenómenos consecutivos podrían tener un gran impacto en el clima mundial, sumado también a cambios en los pronósticos oficiales de la Temporada de Huracanes.

Temperaturas medias de la superficie del mar en junio-julio de 2024 en comparación con el promedio de 1982-2023 (sin ninguna señal de calentamiento a largo plazo), que muestran las aguas frías a lo largo del ecuador que podrían convertirse en un fenómeno de la Niña del Atlántico. El recuadro negro delinea el área específica utilizada para monitorear los Niños y las Niñas del Atlántico. Imagen de NOAA Climate.gov, adaptada del original de Franz Philip Tuchen.

Qué es la Niña (y el Niño) del Atlántico y su impacto en el clima mundial

• La "Niña" Atlántica es la fase fría de un patrón climático natural que llamamos modo zonal del Atlántico ( zonal significa “a lo largo de líneas de latitud”). Este patrón, al igual que ENSO ( El Niño-Oscilación del Sur ), oscila entre fases frías y cálidas cada pocos años. Por lo general, las temperaturas de la superficie del mar en el Atlántico ecuatorial oriental tienen un ciclo estacional algo sorprendente. Las aguas más cálidas del año ocurren en primavera, mientras que las aguas más frías del año, por debajo de los 25 grados Celsius o 77 grados Fahrenheit, ocurren de julio a agosto.

• Este enfriamiento estival se debe a los vientos que actúan sobre la superficie del océano. La Tierra tiene una franja de precipitaciones durante todo el año alrededor de los trópicos. Impulsada por un mayor calentamiento solar, esta franja de precipitaciones migra hacia el norte durante el verano en el hemisferio norte. Las tormentas de lluvia regulares atraen aire del sureste sobre el Atlántico ecuatorial. 

• Estos vientos constantes del sudeste son lo suficientemente fuertes como para arrastrar las aguas superficiales lejos del ecuador, lo que lleva agua relativamente fría de las capas más profundas del océano a la superficie. Este proceso, conocido como afloramiento ecuatorial, forma una lengua de agua relativamente fría a lo largo del Atlántico ecuatorial durante los meses de verano. 

• Sin embargo, cada pocos años esta lengua fría es sustancialmente más cálida o más fría que el promedio debido a las oscilaciones del modo zonal del Atlántico. Los eventos fríos se conocen como Niñas del Atlántico; los eventos cálidos se conocen como Niños del Atlántico. Las definiciones exactas varían, pero por lo general, las anomalías de temperatura superficial del mar promediadas durante tres meses en el Atlántico ecuatorial oriental tienen que superar los 0,5 grados Celsius (0,9 grados Fahrenheit) durante al menos dos estaciones superpuestas para calificar como un Niño o una Niña del Atlántico. 

• Si estas condiciones frías persisten hasta finales de agosto, podría declararse un fenómeno conocido como Niña Atlántica. 

• Sorprendentemente, las anomalías de frío observadas en el Atlántico ecuatorial oriental durante junio/julio de 2024 coinciden con un debilitamiento de los vientos alisios del sudeste cerca del ecuador.

Impacto en el Clima Mundial

• Se podría pensar que una diferencia de temperatura de 0,5 grados y 1 .0 grados en el Atlántico tropical no parece ser un gran problema, pero esta diferencia puede tener un gran impacto en las precipitaciones en los continentes circundantes, sumado a que puede alterar el desarrollo de ciclones tropicales proveniente de la formación en las costas africanas.

• La Niña del Atlántico puede influir en las precipitaciones en América del Sur, el Caribe y partes de África Occidental. En algunos casos, puede provocar sequías en regiones que dependen de las lluvias estacionales.

• Un Atlántico tropical más frío puede reducir la cantidad de energía disponible para la formación de huracanes, lo que podría disminuir la frecuencia o intensidad de estos eventos en la cuenca del Atlántico.

• Las aguas más frías en el Atlántico pueden afectar la productividad marina, alterando los ecosistemas y las poblaciones de peces. Esto puede tener consecuencias económicas y ambientales significativas, especialmente en regiones dependientes de la pesca.

A modo de conclusión podemos decir que este fenómeno no es tan recurrente ni tan intenso como lo estudiado en el Pacífico, pero su estudio es crucial para entender mejor las complejas interacciones climáticas que afectan al planeta. En la actualidad gracias al avance de la tecnología, podemos monitorear y hacer un seguimiento de estos patrones climáticos globales, para que en poco tiempo podamos tener mayores datos sobre si finalmente se termina desarrollando esta Niña en el Atlántico y como termina afectando al clima global o si la naturaleza termina cambiando de idea y nos sorprende con otra realidad completamente diferente.

* Para ver la publicación original de la NOAA, ingrese aquí.