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| Imagen: Pexels |
Todos los 28 de enero de cada año, se celebra el Día Mundial por la Reducción de Emisiones de CO2. (El dióxido de carbono (CO2) es el principal gas de efecto invernadero que se emite a raíz de las actividades del ser humano). Seguramente si llegaste hasta este articulo, te interesa saber porqué se celebra esta jornada y la reflexión que debe tomar el mundo entero sobre el impacto del cambio climático y las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, que están provocando cambios en el clima mundial, cada vez más intensos y frecuentes.
Esta jornada fue designada por la ONU (Organización de las Naciones Unidas), con el objetivo primordial de generar conciencia en la población y que se luche incansablemente por la aplicación de políticas que disminuyan los gases de efecto invernadero, sumado a la transición de tecnológicas más ecológicas y sostenibles. Claramente tenemos que avanzar hacia una nueva era más verdes y sana para nuestro planeta, ya que si seguimos a este ritmo actual de devastación planetaria y contaminación, la humanidad no durará mucho tiempo.
Explotando salvajemente los recursos naturales actuales, ponemos en riesgo los recursos del futuro, pero si se los utiliza de forma
eficiente y responsable, sumando nuevas tecnologías renovables y dejando de lado los combustibles fósiles, que provocan grandes consecuencias en el medio ambiente.
La contaminación, la degradación del
hábitat natural y la pérdida de biodiversidad están teniendo graves impactos en todo el mundo.
La gran variedad
de seres vivos que existen en el planeta y las relaciones que establecen entre
sí y con el medio que los rodea. Es el resultado de millones de años de
evolución, pero la humanidad va persiguiendo sus propios intereses llevándose todo a su paso y poniendo en riesgo critico a todo el resto de seres vivos, con tal de lograr sus objetivos. El punto clave es poder lograr un punto de equilibrio, pero actualmente esa balanza esta muy inclinada para el lado incorrecto.
A medida que la población, las economías y el nivel de vida sigue incrementando el consumo, lógicamente seguirán creciendo los acumulados de emisiones de los gases dañinos para nuestro medio ambiente.
Esta más que claro que los más ricos y aquellos que más contaminan, son los que más acciones tienen que tomar, sumado a la colaboración entre gobiernos, entre países y empresas,
para reducir las emisiones.
Otro punto importante es que un menor
consumo de carbono incluyen sustituir los vuelos domésticos de corta distancia
por viajes en tren, crear incentivos e infraestructuras para permitir el uso de
bicicletas y automóviles compartidos, mejorar la eficiencia energética de las
viviendas y diseñar políticas para reducir el desperdicio de alimentos.
Todo lo que nos rodea es parte de nuestro medio ambiente y de nosotros depende su cuidado, su protección y que cada gesto individual que tengamos, así sea muy pequeño, también contribuye a que busquemos la manera de comenzar por pequeños pasos que acaricien la naturaleza.
Los de gases de efecto invernadero(GEI), son parte del proceso natural que mantiene la temperatura de la Tierra en un rango adecuado para sostener la vida, ya que sin estos gases, la Tierra sería mucho más fría. Cabe mencionar también que principalmente el dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), provienen de actividades humanas como la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la agricultura intensiva, están provocando que las cantidades de gases de efecto invernadero en la atmósfera se hayan incrementado en niveles nunca antes vistos, encendiendo las alarmas críticamente.
La COP28, la cual se celebró en Dubái (Emiratos Árabes
Unidos) del 30 de noviembre al 12 de diciembre de 2023. Brindó una oportunidad histórica para que el mundo se una, corrija el rumbo e impulse el progreso para mantener los 1,5 °C al alcance, de modo que podamos cumplir los objetivos y ambiciones del Acuerdo de París y trazar el plan de acción para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de forma rotunda y contundente).
El Acuerdo de París es un tratado internacional sobre cambio
climático adoptado en diciembre de 2015 durante la (COP21) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático celebrada en París, Francia. El objetivo principal del Acuerdo de París es limitar el
aumento de la temperatura global a menos de 2 grados, con esfuerzos para limitarlo a 1.5 grados.
El Acuerdo de París entró en vigencia el 4 de noviembre de
2016, tras haber sido ratificado por un número suficiente de países. La lucha global contra el cambio climático representa en la actualidad una gran urgencia para abordar temas urgentes que no pueden esperar. El compromiso tiene que ser de todos para un futuro más ecológico y por un planeta que goce de buena salud.
Todavía queda mucho trabajo por delante para lograr los objetivos que se están planteando para la gran reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y más inversiones en energías renovables más verdes. Todo este gran sacrificio significará que todas las economías mundial tengan que seguir haciendo grandes inversiones en los próximos años. Grandes avances se están viendo, pero no se puede parar y seguir redoblando aún más los esfuerzos para que la situación del planeta no siga empeorando.
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