Los insecticidas se emplean para eliminar a las plagas en sus respectivas áreas de utilización, pero el gran problema de llevar a cabo su acción en contra de los insectos, es que el grado de contaminación es tan alto debido a su composición química y esto provoca graves daños no solo para la salud, sino también para el medio ambiente en general. Cabe mencionar también que su efecto residual se mantiene en el tiempo, justamente para evitar que cualquier tipo de plaga que haya sido eliminada, no vuelva a aparecer, pero que en realidad hay muchos tipos de insectos que suelen resistir y hasta aveces terminar siendo inmunes a estas practicas de fumigación.
Todos los componentes químicos de los insecticidas tienen un efecto residual, por ende pueden recorrer mucha distancia y alcanzar lugares fuera de donde se aplico el producto. También contaminar los ríos, arroyos que podrían estar cerca y así matar a los peces, sumado a que pueden eliminar también a los hongos, bacterias y otros insectos necesarios para mantener a la tierra viva y fértil. Así que lamentablemente no se puede rescatar nada en positivo de esto, sino todo lo contrario para nuestro medio ambiente.
Las empresas creadores de estos productos tóxicos siempre están creando nuevos insecticidas más potentes para tratar de combatir hasta la ultima plaga existente, pero la realidad es que las mismas con el tiempo se van haciendo resistentes a los nuevos productos, hasta terminar conviertiendose en una población de insectos mucho más fuerte y difícil de eliminar.
Otro punto es que no todos los bichos que encontramos en las zonas a fumigar son malos, sino todo lo contrario, hay insectos como las abejas que producen la miel, también encontramos algunos tipos de arañas que se comen los pulgones de plantas y así otro bichos también que terminar favoreciendo para eliminar a las plagas malas que terminan dañando la cosecha. De esta manera y recurriendo a la fumigación total, se termina eliminando la plaga mala como la buena.
Otra información importante para destacar es que las grandes empresas que se dedican a la fabricación de estos productos, tendrían que pensar un poco más en el medio ambiente y en la salud de los seres humanos y en los animales, ya que creando productos naturales, no solo que se podría combatir de manera bien especifica a lo que se quiere eliminar y así teniendo un impacto muy bajo para el resto del medio ambiente y no dañando la salud de ningún ser vivo. Pero como todo en este mundo, seguramente habrá muchos intereses económicos de por medio.
En conclusión es y será un tema muy importante para seguir debatiendo, ya que esta practica es altamente toxica para el aire, la tierra y el agua, sumado a su efecto residual duradero y provocando muchos problemas en el medio ambiente a lo largo del tiempo, sumado a que en cada temporada los agricultores se gastan mucha cantidad de dinero en algo perjudicial para todos y aveces no termina siendo 100% exitoso el trabajo, ya que muchas plagas terminan adquiriendo resistencia a dichos productos.
Siempre es bueno saber y estar al tanto de las reacciones que podría provocar estos productos en los seres humanos, ya sea como dolor de cabeza, mareos, malestar en el pecho, diarreas, sudor, vómitos, fiebre, secreciones por la boca y nariz, provocando intoxicación, etc.
Esta claro que la idea más recomendable al 100% sería utilizar insecticidas ecológicos que sean igual de efectivos que los que se utilizan actualmente con productos químicos altamente contaminantes, pero la diferencia estaría en el impacto directo que sería muy bajo para el medio ambiente y la salud. Ojala en algún momento estas practicas de fumigación sean 100% naturales, pensando más en los seres vivos y en el planeta y no tanto en el dinero.